Como preparar langostinos en salsa de tomate, cilantro y chile.

[—]Estos langostinos en salsa de tomate, cilantro y chile son una elaboración de tres «eses»: sencillos, sanos y sabrosos. Un plato versátil que da mucho juego a la hora de servirlos, pues igual pueden solucionar un aperitivo, que una comida o que una cena. También admiten muchas guarniciones, por lo que son un plato que merece la pena que incorporar a tus recetarios.

Ingredientes

(Para 4 personas)

• 30 gr de Aceite de oliva virgen extra
• 200 gr Cebolla
• 2 Diente de ajo
• 3 gr Pimentón dulce y picante (mezcla)
• 3 gr de Chile molido (media cucharadita)
• 390 gr de Tomates en conserva natural pelado y troceado
• 50 ml de Caldo de pescado o fumet
• 15 ml de Vinagre de vino tinto
• 5 gr de Azúcar
• 1 Cilantro fresco manojo
• 200 gr de Langostinos
• 1 Chile jalapeño fresco o en conserva [ad id=»11330″]

Preparación:

1.- Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana. Calentamos el aceite en una cazuela amplia y pochamos la cebolla a fuego suave durante 10-12 minutos, con la tapadera puesta. Removemos de vez en cuando para que no se agarre a la base de la cazuela. [—]

2.- Pelamos el ajo y lo machacamos con el prensa-ajos, se lo agregamos a la cebolla junto con el pimentón y el chile molido. Removemos para incorporar y dejamos cocer a fuego suave durante cinco minutos más. A continuación, incorporamos el tomate, el fumet, el vinagre, el azúcar y el cilantro picado muy finamente. Sazonamos y dejamos cocer a fuego suave durante 30 minutos.

3.- Mientras la salsa reduce, pelamos los langostinos y retiramos las cabezas. Limpiamos los cuerpos de los langostinos de intestinos. Cortamos el jalapeño en discos finos, desechando las semillas. Retiramos la cazuela del fuego, agregamos los langostinos y el jalapeño, tapamos y dejamos reposar cinco minutos. Servimos inmediatamente.

Aunque estos langostinos en salsa de tomate, cilantro y chile se pueden servir como aperitivo, si los acompañamos de una ración de arroz en blanco también conforman una gran comida. La salsa pide pan a gritos, indispensable en la mesa, como también lo es una bebida fresca que equilibre el picante de la salsa. Una cerveza o una copa de vino blanco son dos buenas opciones.